la asesina de la maleta roja
Era un niño normal de 9 años. Supongo que bueno; hermoso como todos los niños, con ingenuas ilusiones infantiles.
Su cuerpo fue encerrado en una maleta roja como un faraón niño, con todos sus objetos queridos, cuidados y quizás acariciados. Los pantalones vaqueros, el estuche escolar bien ordenado de lápices, bolígrafos, sacapuntas y goma de borrar. Y bajo la goma, escrito por él mismo, con orgullosas letras, su nombre y la iniciales de sus apellidos. Un cómic manga de Naruto, unos llaveros con una serpiente y escorpión conservados en un bloque de metraquilato. (A mis hijos también les fascinan esos insectos).
Los objetos más tiernos y significativos del mundo junto a su cuerpo; deshaciéndose con él, como antes les daba vida usándolos.
Sobre ellos se detenían su cerebro y sus ojos conociendo la novedades del mundo que a esa edad siempre asombraban.
Fueron empuñados por sus manos útiles para escribir, sostener y tratar de defenderse.
Imagino su corazón latiendo, deseando, imaginando un futuro mejor, donde no tuviera que mentir diciendo que era un sobrino, sino un hijo muy querido.
Y erase una madre que no merece palabras. Una falsaria encanta de si misma que se permitía dar consejos vitales por Facebook.
Mal rayo parta esa cabeza hueca de un egoísmo enfermizo que no fue capaz de reconocer que esa vida de 9 años era mejor que la suya. Una vida más significativa y auténtica que la que se encargo de segarla porque molestaba.
Una de la islas mas bellas del mundo no deberían admitir personas de esa calaña. Pero ¿quien puede ver el corazón y el alma de los pasajeros con los escaneres de los aeropuertos? ¿Quien es capaz de descubrir a la asesina mas terrible de su propio hijo?
Mientras tu César, niño de luz, donde estés recibe el amor de quienes no te conocimos pero te sentimos, de todos los que aterrados por tu historia te enviamos todo el amor que podemos enviarte, el que deberían haberte dado, el que debería haberte protegido.
Recibe estos corazones compungidos que se extrañan tanto de la raza humana. Recibe el manantial de solidaridad que provoco tu muerte.
Y muéstranos tu compasión por no haberte defendido.
Más información:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/30/baleares/1291102269.html
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Dramática historia Carlos.
ResponderEliminarNo daba crédito cuando lo oí en las noticias.
Inmundicia de gente, asco de madre.
Despreciable.
Un abrazo amigo.