Criticar sin sentido

Ayer leí una crítica del SATSE a que la Junta de Andalucía gaste 900.000 euros en incentivar a los "directores " de las unidades de gestión clínica.  El post se puede leer aquí :
http://www.anenf.com/2012/08/enfermeros-denuncian-el-pago-de-900000.html
Ni que decir tiene que los responsables de las unidades de gestión clínica en el Servicio Andaluz de Salud no son directivos al uso, sino más bien mandos intermedios similares a los jefes de servicio, con funciones ampliadas derivadas de coordinar varios servicios, o transversalmente varios profesionales de distintos servicios que se integran en la unidad de gestión clínica, para ser más eficientes y atender más integralmente y por tanto con mayor calidad una serie de patologías.
Resulta que esa cantidad no es nada desorbitada para los cientos de responsables de unidades de gestión clínica del SAS y además se saca de los ahorros que ha conseguido la propia unidad de gestión clínica mejorando su eficiencia. Hay que aclarar para los legos en gestión sanitaria que en las unidades de gestión clínica y en el SAS se controla la calidad mediante vías clínicas y guías de práctica clínica rigurosas, por lo que los ahorros no son por ofrecer una peor atención sino gracias a mejorar la eficiencia eliminando duplicidades, pruebas inútiles, medicamentos caros igual de eficaces que los más baratos. En definitiva se está incentivando por hacer las cosas mejor con un menor consumo de recursos manteniendo el sistema público, sin recurrir a gestión privada, lo cual me parece correcto. Eso no significa que no apruebe la gestión privada en sanidad, que también la apoyo si hace buena gestión; ya que la buena gestión no entiende de colores ni de ideologías y puede ser tanto pública como privada.
Lo que es incomprensible es que sindicatos que luego se rasgan las vestiduras y auguran un apocalipsis por la privatización de la gestión sanitaria (que, por cierto, no es privatizar la prestación ni el derecho a la misma que sigue garantizándolo la administración pública), cuando hay una iniciativa positiva para mejorar el funcionamiento de la gestión pública pongan miles de trabas, impedimentos y críticas para mantener es estatus de "café para todos", e igualitarismo altamente desmotivante que existe en la gestión pública tradicional. Huyen como la peste y critican cualquier medida de evaluación singular del esfuerzo, implicación y consecución de objetivos. Reniegan de la meritocracia para seguir en el perfecto colectivismo igualitario.
Precisamente estos sindicatos nacidos en la administración pública y a las que tantas prebendas deben, deberían defender con uñas y dientes las medidas que haga una administración pública tratando de mejorar y defender la gestión pública sin recurrir a privatizar la gestión. Si esto no ocurre así y demuestran tan poca inteligencia para defender los que van a ser sus propios intereses entiendo perfectamente la situación en la que nos encontramos.
No son capaces de entender que sus totems: blindaje funcionarial a toda costa independientemente de la productividad y la implicación, igualitarismo salarial con las mismas premisas, se van a volver en contra inexorablemente condenando la extinción futura a la función pública en sectores como la sanidad y la educación, donde el funcionariado es opcional por principio y no potestativo como ocurre en los sectores de administración pública de autoridad y control. Esa lección la aprendieron hace tiempo los países anglosajones y nórdicos donde su función pública es mucho más flexible y moderna.
Aquí como en este caso seguimos tirando piedras contra el propio tejado de la función pública criticando las iniciativas innovadoras, eficientes y que además puedan suponer una mejora de la prestación al ciudadano a menor precio para todos nosotros, los contribuyentes.

3 comentarios:

  1. En general la postura de los diversos colectivos profesionales (sociedades científicas, sindicatos,...) respecto a las remuneraciones de productividades (y demás conceptos asimilables) suele ser de una superficialidad bastante lamentable, basando el argumento más en el "café para todos" que en la excelencia clínica o el uso racional (razonable y razonado) de los recursos disponibles...

    ... sin embargo no sé yo si la deriva gerencialista muy presente en el Sistema Andaluz de Salud es una buena forma de obtener beneficios clínicos y profesionales o no, por tanto actúa sobre las motivaciones extrínsecas de los profesionales (incluso en algunas situaciones acaba primando a aquellos profesionales que actúan "correctamente" por motivos economicistas, no por motivos de profesionalidad) y deja de lado las motivaciones intrínsecas (podría primarse la profesionalidad con más tiempo por consulta u otros "beneficios" más encaminados a fomentar el desarrollo profesional que a recompensar el bolsillo).
    Por otro lado, creo que a las Unidades de Gestión Clínica de Andalucía les falta dar un paso más allá en la consideración de variables de resultado y no tanto de proceso; entiendo que la medición de resultados en salud es más compleja, pero con el fomento de las variables de proceso se fomenta un nivel de implicación más basado en el economicismo (y en la obediencia de mantener la práctica clínica según los criterios prefijados, con independencia de que puedan existir divergencias según la evidencia científica) que en el Compromiso cno la práctica clínica...

    ...no sé... es un tema que me ocasiona pensamientos (y sentimientos) encontrados...
    :)

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  2. No es que sea pan para todos, es que no hay pan para los de siempre. Cuando se les quita la paga extra de navidad a las enfermeras que tienen que lidiar con los paciente a pie de cama, cumpliendo las vias clinicas que los gestores han pensado para que sean eficientes, cuando a esas enfermeras se les reduce la plantilla y tienen que atender al doble de pacientes que hace 1 año, cuando a los trabajadores del SESCAM nos deben la productividad variable de hace dos años, pasada en nomina pero sin cobrarla, pues no es solo para rasgarse las vestiduras que ha cargos directivos, sean intermedios o no les incentiven de manera economica.
    Lo dicho si no hay pan no lo hay para ninguno, que si ellos piensan las vias clinicas, nosotros las cumplimos y las llevamos a efecto.

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  3. José Luis entiendo tu indignación, pero en Andalucia, que yo sepa, no se debe la productividad variable al personal y el recorte de la paga extra la sufren y sufrimos todos. Lo que no es de recibo es que se ataque una productividad merecida a los responsables o gestores de las unidades de gestión clínica sin menoscabo de la que pueda recibir el resto de personal, que no debe ser igual para todos sino en función del desempeño e implicación en base a estándares lo más objetivos posibles.

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