610 Emergencia Económica 061 (imagen cuasiespecular)

Lo que vive España no es ya una crisis o una depresión; es una auténtica emergencia económica por la que no hemos pasado antes ninguno de los que actualmente vivimos.
610 de prima de riesgo y bono por encima de 7% a 10 años es como decir que tienes 60 de tensión máxima: así no se sobrevive mucho. Hay que actuar de urgencia. Por una irónica casualidad del destino el cierre a 610 de la prima de riesgo es una imagen casi especular del famoso 061 donde se llamaba en España cuando había una emergencia. Entonces venía alguien de fuera preparado y, o te salvaba, o certificaba la defunción. ¿Será una metafora de que vendrán a salvarnos de fuera? El rescate y la intervención total parece casi inevitable si no se relaja la prima de riesgo, que no tiene motivos para hacerlo:
- No hay perspectivas de disminución del déficit público fehacientes,  ni de que podamos hacer frente al pago de nuestra deuda con vencimientos de bonos importantes en octubre y aún más en 2013. Se está hipotecando a una generación.
- No hay perspectivas de crecimiento o generación de ingresos. El capital huye de nuestro país a un ritmo inimaginable por un pobre ciudadano de a pie: de enero a marzo de 2012 97.000 millones de € han salido de España: lo que indica que no se confía en nuestra estabilidad bancaria y que existe temor incluso por una hipotética salida del euro
Los políticos no parecen estar a la altura, pero tampoco los ciudadanos emberrinchados e indignados, ya que sólo podremos salir de la crisis con una estrategia de unidad nacional que se antoja imposible en este país dividido por sentimientos viscerales e intereses partidistas más que por verdaderas razones. Nadie de la actual generación ha pasado por una situación similar y la mayoría tanto políticos como ciudadanos e incluso gestores no son conscientes de la gravedad de la situación. Poniendo un simil médico: España es un paciente que llega a urgencias tras desmayos y tensión muy baja, ha tenido una vía venosa puesta desde donde se le ha inyectado suero y sangre (prestamos de dinero). Los médicos que le atienden son inexpertos, sospechan que tiene una o varias arterias rasgadas, por donde todo lo que inyectan se pierde, pero nunca han operado con esa gravedad y no se atreven a abrir cortar y suturar... Así la supervivencia del paciente es imposible... ¿Que harán cuando se les acabe el suero o la sangre artificial si no has encontrado la arterias que sangran y las has suturado?

Ahora, que habría que hacer desde mi punto de vista.
1. Declarar la situación de emergencia ecónomica nacional. Buscar a todos los "médicos" mejores disponibles para emergencias y establecer una hoja de ruta terapéutica.
2. Los políticos deberían eliminar sus salidas improductivas, inauguraciones y actos protocolarios para estar 100% centrados y reunidos en gabinete de emergencia económica, cada uno centrado en como atajar la sangría del país en la responsabilidad que le toca.
3. Transmisión de los políticos a los gestores públicos de la situación para que se constituyan también en células de emergencia económica con compromisos reales de disminución del gasto y de busqueda de alternativas de manera constante para racionalizarlo y disminuirlo. Relevar a los gestores públicos (y aún hay muchos) que mantengan la mentalidad anterior de que cuanto más crezca y barran para su casa mejor.
4. Se deberían de establecer los mecanismos legales oportunos que permita adelgazar y suspender organismos oficiales duplicados, innecesarios o poco productivos, atendiendo a la situación económica de emergencia nacional. De está manera se deberían eliminar rápidamente: consejo de estado, tribunal constitucional, (con un sólo tribunal superior de máxima instancia es suficiente), el senado, reducir y adelgazar los ayuntamientos, parlamentos regionales, fusión de ayuntamientos, disminución o eliminación de diputaciones si no concentran competencias de ayuntamientos, adelgazar o valorar la supresión de delegaciones y direcciones territoriales y oficinas (embajadas autonómicas) en el extranjero (ojo, evaluar antes su papel no sea que por demagogia cerremos organismos que están consiguiendo oportunidades de negocio), etc.
5. Evaluación y disminución de todos los gastos que no sean productivos: ayudas, subvenciones, suntuarios, dietas, viajes. Mantener una actitud ejemplarizante políticos y cargos públicos. Por ello es fundamental eliminar los privilegios derivados de ser cago político o público.
6. Gravar el lujo y el tabaco mucho más. Los muy ricos van a seguir comprando artículos de lujo que les diferencie. La fiscalidad a las grandes fortunas es baja en España. La huida de capitales actual de España no se debe a los impuestos a grandes fortunas y al lujo sino al riesgo país. Huyen las inversiones reales que son las que generan riqueza. El tabaco es una fuente de ingresos a corto plazo y una immensa fuente de gasto público a medio y largo plazo (coste del tratamiento del cáncer, invalideces y terapias respiratorias).
7. Políticas de verdadero apoyo y estimulo a Pymes y autónomos, posibilitarles el acceso a créditos avalados por el estado, ya que los bancos no van a abrir el crédito con las condiciones de capitalización y reservas que tienen que cumplir.
8. La administración pública debe ser competitiva; es necesario desblindar a los funcionarios y establecer alrededor del 30% de su salario como variable real en función de su implicación, rendimiento y cumplimiento de objetivos.
9. Bancos: Sus balances deben ser reales el precio de sus viviendas en stock debe de ser real de mercado, debe incentivarse legalmente para que ofrezcan crédito a iniciativas de economía productiva. No deberían tener influencias políticas. A los quebrados habría que pensar en dejarlos caer, ahora parece que el estado (con nuestro dienero) es el seguro de quiebra de los bancos privados.
10. Autonomías. Esta de moda decir que no son viables. Está claro que sin la gran burbuja autonómica gastaríamos mucho menos, sin embargo, la administración cercana al ciudadano funciona en muchos países, siempre que no se convierta en reinos de taifas suntuosos con Virreyes como ahora son. Habría que racionalizarlas. Fijar por ley un tope de gasto administrativo genérico, que forzara a disminuir su estructura y unos topes de gasto razonables por habitantes en cada uno de los servicios que ofrecen: sanidad, educación, servicios sociales... de manera que no se produzca la paradoja como en sanidad de que la autonomía que más gasta por habitante Pais Vasco lo hace un 70% más de la que menos, Andalucía.
En concreto en sanidad urge que el ministerio cree un organismo evaluador a modo del NICE británico que de manera normativa y obligatoria establezca estándares de coste utilidad de tratamientos, pruebas, medicamentos, etc., para determinar deben ser financiados por la sanidad pública y cuales no.
En definitiva control mucho mayor que hasta ahora del estado a las autonomías evitando burbujas y crecimientos descontrolados en los sectores que gestionan y en sus estructura básica administrativa.
11. La actitud y aptitud de los políticos y ciudadanos debe cambiar. Los políticos debe ser gestores mucho más capaces que además sean cercanos a los ciudadanos y compartan sus problemas; no una élite aparte, aislada y privilegiada, que además se ha dedicado a ello desde su juventud. Esa es la situación perfecta para crear una casta. Los ciudadanos deben de saber que la situación actual requiere unión y no división en guerras ideológicas inútiles y en odios atávicos. Todos debemos de mirar por el bien común y de la sociedad y no de nuestros privilegios individuales. Un país disgregado en situación de cada uno a buscar su interés y con un sálvese quien pueda como consigna es inviable.

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